Por: Rafael Quiroga
Director
Iniciamos un nuevo año, una nueva década y una nueva era de renovación: política, tecnológica, económica, comunicativa, cultural, comercial y social.
Este 2020 arrancó políticamente con la renovación de los dirigentes en la gobernación, asamblea, alcaldías y concejos municipales por la legislatura de (4) años 2020 – 2023 que posiciona a los dirigentes elegidos como los verdaderos representantes de la población en cada uno de sus territorios, quienes empiezan a convertirse en los personajes más importantes, así como a destacarse los más capacitados y los verdaderos líderes y lideresas.
La nueva era de la innovación nacida y alimentada por grandes avances tecnológicos, plantea para todos los planes de desarrollo nuevos retos en las comunicaciones, el manejo de la información, la gestión de recursos y la forma de recibir y entregar conocimientos, mensajes y programas culturales a niños, jóvenes y adultos. El manejo de los presupuestos en cada ente territorial, la capacidad de gestión de los dirigentes y el flujo de recursos influye en la transformación cultural, la inversión económica, la dinámica comercial, el nivel de progreso que pueda alcanzar cada población y la participación colectiva que muestre a través de los medios de comunicación sus avances en el desarrollo social. La innovación social se acrecienta, en la medida que se incrementa la inversión y la innovación en las fuentes productivas de programas, productos y servicios, y se multiplica aplicándola eficientemente a los principales factores de desarrollo como el emprendimiento, la educación, el deporte, la tecnología, las comunicaciones y el turismo.
Hoy, la cultura del mundo globalizado por las redes sociales del internet, permanentemente está propiciando la transformación de los modelos de participación grupal y colectiva, mejorando los planes, proyectos y cadenas productivas, así como acelerando los procesos de desarrollo de las sociedades, configurándose como la comunidad internacional de la renovación social.