Por: Rafael Quiroga – Director

Durante toda la temporada navideña, considerada por los cristianos desde el primer domingo de Adviento, y popularmente desde la noche de las velitas el 7 de diciembre, donde se iluminan con miles de velas multicolores las calles y frentes de las casas, hasta el 6 de enero día de Epifanía o día de los ‘Reyes Magos’, seguiremos aislados “voluntariamente”, por disposición del gobierno nacional que prorrogó el aislamiento preventivo voluntario hasta el 28 de febrero del año entrante, para evitar contagiarnos de coronavirus.

En la época más linda del año, donde estábamos acostumbrados a ir de compras, a buscar regalos y juguetes para los niños, a pasear, visitar los pesebres de las iglesias, ver los arreglos, escaparates, decoración de las calles y la iluminación de los árboles de navidad, asistir a las novenas de aguinaldos en reuniones familiares, con amistades y vecinos en las casas y parques principales de los municipios, celebrando con cantos de villancicos y departiendo vinos, dulces y galletas… es una realidad que seguramente se verá afectada por el “nuevo orden mundial”, los desastrosos efectos económicos y sociales de la pandemia, agravados por el impacto ambiental y los estragos producidos por la terrible ola invernal que estamos sufriendo los colombianos.

De todas maneras, los niños esperan con ansiedad la llegada del niño Dios y los regalos de papá Noel, así como muchos queremos volver a disfrutar reunidos en familia la deliciosa fiesta con cena navideña y el baile con el brindis del año nuevo con vino y las 12 uvas, a pesar de que para muchos las celebraciones de fin de año y vacaciones serán navegando en internet por los lugares más exóticos del planeta tierra.

    El equipo periodístico del Cundinamarqués le desea a usted y su familia la mejor Navidad del mundo, colmada de bendiciones, salud y amor. Ojalá, el Año Nuevo le traiga la prosperidad y felicidad que se merece.