Rubén Alfonso Sabogal nació en Fusagasugá, trabajó desde niño en la montaña, cortando madera que tenía que sacar a lomo de mula hasta la carretera de Pasca a Fusagasugá. A los 17 años se fue para Bogotá a trabajar en un taller como auxiliar mecánico de vehículos y al año terminó siendo el jefe; para conseguir su libreta militar, se fue a prestar el servicio militar en la Escuela Marco Fidel Suarez de la Fuerza Aérea en Cali, de allí lo trasladaron a Palanquero como mecánico de mantenimiento de helicópteros y luego se especializó como técnico en mantenimiento de motores de aviones en Panamá en la Base Albrook field air force of United State of America School for Latin América.

Se estableció en Mosquera hace 45 años, donde forjó su organización gracias a su talento como constructor, incansable trabajo y a su visión empresarial.

La alcaldía municipal de Mosquera le vendió el lote de 5.000 M2 sobre la salida de Mosquera vía a Bogotá frente a Fiberglas, esquina ubicada al margen derecho a la altura de la autopista Chía – La Mesa, predio denominado El Cruce, donde durante 12 años construyó un centro comercial dotado de una estación para la distribución de combustibles, 2 restaurantes, taller de reparación de vehículos, 3 hoteles y oficinas. También compró la finca Quito frente al Sena de Mosquera, donde construyó otro centro comercial con estación de gasolina, parqueaderos para tractomulas y contenedores, restaurante, hotel, almacenes de repuestos y comerciales.

Alfonso desarrolló su actividad política en la década del 80 cuando fue concejal, presidente del Comité Pro-agua de Bogotá y fundador del partido liberal de Mosquera. Apoyó a Julio César Turbay Quintero cuando fue candidato a la Gobernación de Cundinamarca.

Hoy, con 84 años de edad nos cuenta anécdotas sobre su potente actividad empresarial y de los proyectos que realiza, con la Fundación Santísima Trinidad que tiene como eslogan “Creyendo en nuestro Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y trabajando para el bienestar de los hijos, sus familias y los socios de nuestra Fundación”. El objetivo principal es integrar a los familiares, solucionar los problemas socio económicos y proyectar la capacidad de cada asociado al mejoramiento de la calidad de vida de sus familiares y de las personas que el consejo directivo de su fundación acepte como socios, preferiblemente que sean personas de bien, representantes de las comunidades de Mosquera y los pueblos de Cundinamarca.