Pasaron cerca de 20 días en los que no pedaleamos, así que con varios de los muchachos nos dedicamos a pensar en un destino que no conociéramos y que fuera exigente para retarnos y por supuesto retomar nuestros entrenamientos; discutimos durante un largo rato pero llegamos a un consenso. El Páramo Verjón en la vía Bogotá – Choachí sería nuestro destino.

Entonces a las 7:00 a.m comenzamos nuestro recorrido. Desde Funza salimos con David, José, Richard, Nicolás y Camilo, hasta nuestra primera parada que sería en La Torre Colpatria donde nos encontraríamos con Juan Camilo para llegar a nuestro destino final.

DCIM100GOPROGOPR0813.JPG

Y así fue, en 1 hora anduvimos 28 kms hasta la entrada de Monserrate, por fortuna lo logramos sin ningún contratiempo (algo extraño cuando sales a rodar con varias personas). En cuanto empezamos a subir, las nubes comenzaron a bajar, pedaleamos un poco y notamos que Camilo se había quedado, ya que esta ruta es exigente y requiere de un buen esfuerzo… él decidió subir a su ritmo. Como esta ruta cuenta con vigilancia de la Policia Nacional y hay guardianes de Ciclovía de comienzo a fin, los demás decidimos seguir.

Aunque en ocasiones la exigencia de la subida es vehemente, esta pasa inmediatamente a un segundo plano gracias a los imponentes paisajes en el camino y la sensación de respirar aire puro. A pesar del frío, la llovizna y aquella sensación de congelamiento en nuestros cuerpos logramos subir los 11km sin desfallecer. Al llegar al Parador Las Monas, tomamos aguapanela para que nuestros cuerpos se aclimataran mientras esperábamos que la lluvia cesara para poder volver, pero esto no ocurrió, así que nos vimos obligados a bajar en esas condiciones.

DCIM100GOPROGOPR0821.JPG

Para quienes realizan este tipo de recorridos, recuerden revisar sus frenos antes de iniciar la rodada, lleven la ropa y zapatos indicados para hacerlo, si no les puede pasar como a Nicolás, que se resbaló a la orilla de la carretera y en efecto dominó hizo caer a Juan Camilo y a David; por poco se van a un barranco, pero junto con un policía alcanzamos a salvarlos

DCIM100GOPROGOPR0826.JPG

Encontramos a Camilo y terminamos de bajar sin más problemas, aprovechamos para dar una vuelta por La Candelaria hasta el Parque de Los Periodistas, ese fue nuestro último descanso hasta nuestro puesto favorito de empanadas con avena en la Cicloruta de la Calle 26 con Boyacá. Recargamos energías y aunque volvió a llover, ya no hubo poder humano ni natural que nos detuviera hasta que llegamos a Funza.

DCIM100GOPROGOPR0870.JPG