Por: David Coronado
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Domingo 5 de enero 2020
Esta fue la primer rodada del año y la iniciamos desde Funza con mucho ánimo y neblina a las 3:45 de la mañana con Liz y mi hermano Richard. El destino esta vez sería Tocaima, municipio de la provincia Alto Magdalena a poco más de 100kms de Bogotá.
Tocaima fue uno de los destinos que siempre habíamos tenido en planes con Liz, pero no habíamos ido porque no teníamos las bicicletas indicadas para hacer el recorrido, hasta ese día que Richard y Liz tenían ruteras y por mi parte, fui en una MTB que me prestó nuestro amigo Felipe Santana.
Fue un buen entrenamiento, subimos Mondoñedo y luego empezamos a descender pasando por Curubital, Puerto Araujo en el municipio de Tena a más de 35km/h en promedio por casi 2 horas hasta La Mesa en donde sería el destino de Richard, él solo entrenaría hasta allí, Liz y yo debíamos seguir pedaleando para pasar por Anapoima, Apulo y al fin llegar a territorio tocaimuno.
Richard bajando a La Mesa
En unas partes del camino tuvimos que escalar un poco, este trayecto tiene 927 niveles de desnivel. Después de 4 horas de pedal, llegamos a las 8 AM al parque principal del municipio, nos tomamos una cerveza porque ya estaba estábamos a 26ºC y tomamos unas fotos, luego buscamos la casa en la que descansamos para regresar en unos días a Funza, trayecto que sería el verdadero propósito de ir en bicicletas, pues son más de 60kms subiendo la montaña y al menos otros 30kms de repechos y falsos planos.

Descansamos todo el lunes 6 de Enero (Día de Reyes), preparándonos física y mentalmente para la etapa del día 7 de enero, que empezó a las 3:30 am, desde Tocaima y con destino a Funza.
4 huevos, agua de Panela y unas barras de cereal, además de nuestra necesidad de llegar a casa, sería todo lo que tendríamos para el camino. A la hora que arrancamos estaba haciendo bastante y prácticamente la carretera está sin iluminación, pero mientras más dabamos pedal nos sentíamos con más ganas de llegar a casa… además porque cuando salió el sol empezamos a sentir más calor y menos energía. Apuramos el paso, eran las 8:30 AM y estábamos en La Mesa, nos faltaba casi la mitad del camino pero nos sentíamos fuertes, piñón grande y plato pequeño hasta Puerto Araujo, en donde Liz empezó a quedar sin energía por lo que decidimos remolcarla con mi bici y una cuerda para ayudarle en un trayecto de la escalada entre Puerto Araujo y Curubital, sufrimiento y mucho sudor en los últimos kilómetros de montaña. Luego el frío empezaba a avisar que estábamos cerca a Mondoñedo, las piernas con dolor y hablando conmigo mismo para no desanimar a Liz, rogaba llegar pronto a casa.

Cuando por fin vimos el aviso de Soacha nos miramos con Liz y nuestros gestos eran solo de felicidad y satisfacción. Somos novatos que aman el ciclismo y que quieren cada vez llegar más lejos y conocer todo este lindo territorio cundinamarqués y lo logramos una vez más, estábamos en casa, la Funza de nuestros amores después de 95kms y 8 horas de pedal. Esperamos que este año se animen y nos acompañen a conocer los 80 municipios que aún nos faltan chulear en el mapa.
Buen pedal…