Gratitud inconmensurable

Por: Gerardo Cuervo Z.

Fragmentos de la “Historia de Cota”, auspiciados por el entonces alcalde de dicho municipio, Luis Eduardo Castro. Entre comillas, un amigo me trajo el texto, semanas atrás.

El autor es el mismo de la obra similar en Cajicá, Andrés Olivos, quien anda escamoteando en los pueblos.
Allá, en mi patria, el fracaso fue más que total.
Olivos, desconoció por completo mi autoría del himno de Cota.
Dentro de mis logros, la placa recibida de manos de la directora de Deportes de Cundinamarca, Beyanith Gutierrez, calificada en la Noche de los Mejores a mediados de 2011, cuando alcancé medio siglo en la profesión más hermosa del mundo según el premio Nobel de Literatura, Albert Camus.

El libro de Cota es una apología a las fallas en la información y los ultrajes al arte del escritor. Sobre el particular, el periódico El Tiempo dijo: alcalde por Liebre y el El Espectador, el alcalde de Cota en la picota pública.
Yo llegué a Cota, el 20 de junio de 1959, donde inicié una labor periodística el 5 de diciembre de 1960, cuando dirigía don Hernando Santos Castrillón, hasta cuando El Tiempo pasó a manos de españoles.

Además de los pueblos mencionados, soy autor de muchas poesías, acrósticos a la mujer e infinidad de trabajos similares, uno de ellos, al que tituló “ la autora de mis días”. El 16 de octubre del 99, El Tiempo, me destacó como ‘El Periodista de Cundinamarca’.