Por: John García
Creador de Germina Org
Miembro de Hijos del Zipa
Miembro de Plataforma de Juventudes de Funza

Yo me sueño una Cundinamarca diferente. Como joven del territorio, me interesa hallar oportunidades laborales dentro del mismo, así como poder formarme profesionalmente sin tener que viajar durante horas. En otras palabras, me gustaría poder construir proyecto de vida sin envidiar las oportunidades de otras ciudades o departamentos. ¿Podemos los jóvenes soñar la Cundinamarca del futuro y ser partícipes en su construcción?

El uso del mal llamado “tiempo libre” de los jóvenes se ha convertido en una variable a tener en cuenta dentro de los procesos de construcción de los planes de desarrollo territorial (PDT), entre otra razones porque nosotros los jóvenes (personas entre los 14 y los 28 años según el estatuto de ciudadanía juvenil, ley 1622 del 2013) nos encontramos expuestos a situaciones como el consumo de SPA, el embarazo adolescente y el suicidio, variables que amplifican sus efectos negativos ante la falta de oportunidades laborales o de ingreso a educación superior.

Sin embargo, se ha reiterado en el error al no dar cabida a la idea de que ocupar a los jóvenes va más allá de la construcción de parques deportivos o escenarios de fomento de la cultura, escenarios necesarios para el desarrollo de la identidad, pero no suficientes para el desarrollo de la ciudadanía. La premisa es participación, no solo recreación.

Una de las alternativas podría ser el desarrollo de presupuestos participativos con las juventudes, esos son escenarios donde nosotros los jóvenes podríamos comprender conceptos como participación ciudadana, administración de recursos, planeación territorial, bases de economía, así como el desarrollo de variables psicológicas como la toma de decisiones, el trabajo en equipo y el liderazgo, seríamos los jóvenes quienes con ayuda de la administración construiríamos el territorio que añoramos.

Y quizá resulte ambicioso ser joven y exigir este tipo de espacios, entre otras cosas porque pesa sobre nosotros la idea de ingenuidad y despilfarro, pero si no somos nosotros los que nos planteamos nuevas formas de ser y hacer, los que a través de nuestros sueños generamos visión y, en últimas, quienes acogemos este territorio como nuestro. ¿Qué rol ocuparemos como ciudadanos de la Cundinamarca en construcción?

No tengan en poco decir que somos nosotros el futuro del territorio.

(Foto por David Guiza – Giz Picture)