Por: Lina Téllez
Directora de Comunicaciones y RRPP
Fundación Táctica de Paz
Fotos: @Luna-tik
Según la RAE conmemorar es: “Recordar solemnemente algo o a alguien” otras definiciones dirán que se trata de “celebrar un aniversario”. Sin embargo, las conmemoraciones generalmente más allá de ser un acto de recordar o de celebración, son la forma o el “ritual” que hacen las sociedades y personas, para mantener viva la memoria de ciertos acontecimientos que marcan un hito en la historia del tiempo. Luchar por una causa, escribir un libro, inventar algo grandioso o simplemente el acto de impactar su propio entorno, puede generar una acción digna de ser rememorada y revivida de manera simbólica.
En ocasiones conmemorar se trata de renovar un acto de justicia, de no olvidar para no repetir, como es el caso de las 129 mujeres que murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York (Estados Unidos), luego que se declararan en huelga con el objetivo de reclamar el derecho a votar, tener mejores condiciones laborales, la reducción de la jornada laboral a 10 horas, un salario equitativo frente al de los hombres que hacían las mismas actividades, pero ganaban más que ellas. De esta forma, el 8 de marzo de 1908 marca un hecho que no puede ser olvidado, rechazando cualquier acto de violencia hacia las mujeres y abriendo el camino hacia el empoderamiento y la participación de ellas en el mundo.
Tras este lamentable suceso, el año siguiente, el Partido Socialista de América declara el Día Nacional de la Mujer, celebrado en Estados Unidos el 28 de febrero, por primera vez. Luego aparecen otras lideresas como Clara Zetkin quien promoverá el día de la mujer internacional en 1910 durante la Conferencia Internacional de la Mujer Trabajadora en Copenhague (Dinamarca), quedando aprobada de forma mayoritaria, aún sin determinar una fecha específica, será tres décadas después, en 1975, cuando la ONU establece por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.
Desde entonces movimientos de mujeres empiezan a reunirse y trabajar en pro del derecho al voto, a ocupar cargos públicos, el derecho a la formación profesional y a la no discriminación laboral, dejando un legado de lucha que hoy se mantiene vivo y que cada día se solidifica por defender la vida y la equidad, mujeres que con su trabajo y su fuerza construyen una sociedad diversa.
Hoy el aplauso es para todas ustedes que son muestra de valentía y trabajo duro por abrir un camino de reconciliación y paz.